Come bien, Siéntete mejor: MUFFINS DE FRESA LIGHT

Hoy os traigo una receta que además de estar deliciosa es baja en calorías, unos deliciosos muffins de fresa.

La receta en la que está inspirada es la de Alma Obregón, del Blog Objetivo:cupcake perfecto (http://www.objetivocupcake.com/2013/07/muffins-light-de-fresa.html), pero con algunas modificaciones mías... Básicamente he omitido las semillas de amapola, porque aunque las vendan en tiendas especializadas, en este blog no quiero utilizar ingredientes que sean difíciles de encontrar o excesivamente caros. Es cierto que no sé el precio de las semillas de amapola, pero supongo que si hay que ir a una tienda concreta de este tipo de productos, el precio no va a ser de lo más competitivo... La otra modificación que he echo ha sido cambiar el azúcar blanco por azúcar moreno, mucho más sano y natural.

Además me he atrevido a hacer una modificación a partir de la mezcla base. Cuando tuve la mezcla bien homogénea, separé una parte de la misma antes de mezclar con las fresas. A esta parte, en vez de poner fruta, le añadí dos cucharadas de cacao puro en polvo (nada de Colacao o Nesquik) y dos cucharadas de azúcar. Así, me salieron unos cupcakes de chocolate riquíssimos, pero que seguían siendo light!!

La verdad es que las dos opciones salen muy buenas y cuesta de creer que sean realmente light. Al llevar fruta fresca, el interior del muffin nos va a quedar humedecido, como si de un brownie se tratara. Eso los hace perfectos, sobretodo, para los niños, ya que así pueden disfrutar de comer dulces y los padres se pueden quedar tranquilos si en vez de comer un muffin se comen dos.

Veamos la receta!

INGREDIENTES:

225g de fresas, lavadas y cortadas en láminas
80g de azúcar moreno
160g de harina
60g de harina integral
2 cucharaditas de levadura química
1/2 cucharadita de sal
250ml de leche desnatada (sin lactosa)
1 cucharadita de zumo de limón
60ml de aceite suave (de oliva o girasol)
1 huevo talla L
1 cucharadita de extracto de vainilla o vainilla en pasta

PREPARACIÓN:

Lo primero que haremos será preparar la leche y añadirle la cucharadita de zumo de limón, así preparamos una buttermilk casera y sin añadidos. Dejamos reposar 5 minutos mientras preparamos lo demás.
Lavamos bien las fresas, les quitamos el rabito y las cortamos en láminas. Las mezclamos con el azúcar y apretamos bien con la cuchara para que suelten toda el agua. Las reservamos para el final.
Ahora vamos a mezclar todos los ingredientes secos: las dos harinas, la levadura y la pizca de sal. Reservamos.
Ahora vamos a mezclar en un recipiente la leche, el aceite y el huevo, y lo vamos a batir bien hasta que se integren bien todos los ingredientes. Una vez bien integramos añadimos la esencia de vainilla y volvemos a batir. No es necesario hacerlo con una batidora eléctrica o un robot de cocina. Si lo tenéis y lo queréis utilizar, perfecto, pero quien no lo tenga que no se preocupe, la receta sale igual de bien.
Ahora vamos a tamizar la mezcla de ingredientes secos sobre la mezcla de leche, aceite y huevo, y lo vamos a batir bien para integrarlo bien y que no nos queden grumos.
Finalmente le añadimos las fresas con el azúcar y lo mezclamos bien con una espátula.
El horno tiene que estar ya precalentado a 180º (arriba y abajo). Vamos a preparar una bandeja para cupcakes o muffins y le ponemos en cada hueco una cápsula para magdalenas o cupcakes. También hay cápsulas específicas para muffins, o los podemos preparar en casa con un poco de papel sulfurizado, pero si no tenemos lo podemos hacer con las cápsulas normales que venden en los supermercados.
Rellenamos cada cápsula casi hasta arriba (no hace falta que se salga...) y lo metemos en el horno alrededor de 25 minutos. Hay que ir controlando, a partir de los 20 minutos podemos abrir el horno y hacer la prueba del palillo: si sale limpio, los muffins ya están listos. Si sale un poco sucio, los dejaremos unos minutos más.
Una vez los tengamos listos los sacaremos del horno, los dejaremos enfriar en el molde durante 5 minutos y luego los pasaremos a una rejilla para que acaben de enfriarse y no cojan humedad.

Y ya tenemos lista la merienda!! O el desayuno, o el postre, o... lo que sea! Os recomiendo mucho que los hagáis en casa ya que es un tipo de receta que sorprende por su textura, pero el sabor es único y están deliciosos!